Si te enamoraste perdidamente de un chico, y no puedes vivir sin él porque es una persona muy dulce, romántica, amable y todas esas cualidades de un caballero, y luego en el primer baile de zapateado en la cama te das cuenta de que lo que trae colgando ahí parece más una verruga que lo que debería de parecer, vas a estar difícil que quieras cortar con él e irte a buscar uno nuevo. Así que, para que tú y él se sientan bien y tengan una buena relación aun con los problemas de tamaño, tienes que usar estos trucos.
Estas son 5 cosas que tienes que hacer para que tu chico no se sienta inseguro y este confiado en la relación.
1. Dile la verdad
Empieza por decirle todo lo que tú sientes cuando lo hacen, y que realmente así lo disfrutas, y que a ti te gusta así, del tamaño que es. Todos esos detalles lo van llenar de seguridad y confianza y va a hacer que mejore en su desempeño. Eso es algo que tú también quieres…
2. Busca las posiciones adecuadas
Es primordial encontrar una posición donde se pueda sacar el mejor provecho al tamaño que tiene. Así que vas a tener que sufrir un poco ¡aja! Y probar todas las que hay, y hasta vas a tener que inventar nuevas, hasta que descubras cuál es la buena, y cuál es con la que él se trasforma en una bestia de la cama.
3. Ejercicios para fortalecer los músculos de ahí abajo
Así como lo lees, hay una serie de ejercicios muy famosos por que fueron creados para fortalecer los músculos de tu cosita. El principal se llama ejercicio de Kegel, y consiste en colocar una pesa sobre el área baja de tu abdomen, acostarte boca arriba y con las piernas dobladas, y subir lo más que puedas empujando las piernas y el abdomen. Esto va a ser que tus paredes se contraigan y que todas las veces parezca tu primera vez.
4. Realmente el tamaño no importa
Eso es lo que han acordado todos los especialistas, los nervios principales que tienen sensibilidad, están solo los primero 5 centímetros de la entrada, por lo que lo demás es por lujuria. Basta con esos pocos 5 centímetros para hacer a cualquier mujer feliz. Hazle saber que tú te la pasas bien con su pequeño amiguito.
5. El juego previo
Es el principal aliado de los que lo tienen como minion. Así que aprovecha esta situación, y pasa con tu novio horas jugando a las mordidas y a los besos en todo el cuerpo. Así cuando llegue la hora de la invasión, pues prácticamente ya estás ahí, y nada más necesitas el empujoncito que te va a dar el pequeño meñique…
